Timeline es un sencillísimo y entretenido juego de historia. Se compone de 110 cartas, ilustradas por ambos lados. En uno de los lados leemos un hecho histórico conocido (por ejemplo, el inicio de la Primera Guerra Mundial), con un dibujo ilustrativo. Por el otro lado encontramos el mismo dibujo y epígrafe pero además se añade el año en el que dicho acontecimiento tuvo lugar.
La partida de Timeline, que no dura más de 15 minutos, comienza colocándose una carta central sobre la mesa, con la fecha del acontecimiento visible para todos. Todos los jugadores reciben un número de cartas, dejándolas apoyadas en la mesa sobre el lado en el que no se ve la fecha del hecho que reflejan. El primer jugador elige una de sus cartas y la coloca en la mesa, juzgando si su hecho histórico ocurrió antes o después de lo que refleja la carta inicial.
La ronda va pasando y se va generando la linea temporal de la historia, donde hay una variabilidad de miles de millones de años (desde la extinción de los dinosaurios, hasta la aparición de Internet).
Para añadir intriga, añadí a la sesión de juego con Pájaros de papel, otros hitos históricos referentes a la adquisición de derechos sociales, que son recientes y que para los adolescentes puede parecer que siempre han estado ahí.
Ha sido divertido aprender jugando.
Ha sido interesante descubrir cuantos derechos, que damos por supuestos en nuestras vidas, llevan conquistados apenas unas décadas (una pizca de segundo comparado con la historia conocida).
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