Como cada semana comenzamos nuestro taller de lectura con un poco de poesía:
Manuel Altolaguirre Bolín. (Málaga, 29 de junio de 1905 - Burgos, 26 de julio de 1959).
Poeta,
impresor y productor cinematográfico español, por su edad y sus afinidades
estéticas está considerado como el poeta más joven entre los de la Generación
del 27.
Funda en 1923
su primera revista poética, Ambos, en colaboración con José María Hinojosa y
José María Souvirón. En 1925 se da a conocer en los círculos literarios de
Madrid, que frecuenta con José Bergamín, Federico García Lorca y Rafael
Alberti.. A partir de 1926 es fundador y codirector de la revista Litoral;
Entre 1933 y
1935 se instala en Londres, donde continúa editando libros y crea la revista
bilingüe hispano-inglesa 1616, título elegido en recuerdo del año de la muerte
de Miguel de Cervantes y de William Shakespeare.
Durante la
Guerra Civil toma partido por el bando republicano y se dedica a diversas
actividades teatrales, como la dirección escénica de Mariana Pineda de Federico
García Lorca, que estrena durante el Congreso Internacional de Escritores
Antifascistas. Más tarde, en febrero de
1939, se ve forzado a exiliarse. Tras su paso por un campo de concentración
francés, se traslada primero a Cuba y después a México.
Las islas
invitadas y otros poemas, de 1926, es su primera antología y muestra una especial
predilección por los temas naturalistas. En su libro siguiente, Ejemplo (1927),
se percibe la influencia de la poética surrealista; posteriormente se publican
Soledades juntas (1931), La lenta libertad (1936), Nube temporal (1939) y Fin
de un amor (1949). Deja una novela inconclusa, El caballo griego, y se interesa
por el cine, produciendo y escribiendo el guión de la película Subida al cielo
(1951), que dirige Luis Buñuel; realiza también una versión fílmica de El
cantar de los cantares. Como autor teatral publica Entre dos públicos (1934).
En 1960 se
publican póstumamente sus Poesías, que comprenden textos inéditos o
publicados de modo disperso en diversas revistas literarias, y a partir de
1982 empieza a aparecer la edición española de su obra completa.
© Instituto
Cervantes (España)
POEMAS.
"MI FE"
Voy buscando
los ojos de una torre
alzada con
oscuros pensamientos,
pues quiero
darle fronda de miradas
a la columna
altiva de mis sueños.
La quieren
derribar vientos de duda,
la asedian
nubes que le son coronas,
como césped
le besa el pie mi fuego.
Dentro me
elevo, sin que nunca acabe
de escalar
por su médula esa cima,
en donde he
de gozar de una presencia
por la que
crece, se dilata y sube
este confuso
y vertical anhelo.
A veces dudo
si hallará sus flores
tanto secreto
humor aprisionado:
linfa que
quiere pétalos, no puede
entre
cortezas conformarse muda.
Bajo el azul
derramará verdores
tan obstinada
aspiración de cielo
y, a cada
canto de ave, en la espesura
responderá
una estrella con su brillo.
Aves, lunas,
manzanas y luceros
llenarán de
sonrisas los cristales
de las cintas
del agua que, en el prado,
murmuran y
equivocan sus caminos.
La sierpe
abrazará de nuevo el tronco,
hombre y
mujer se sentirán desnudos,
ángeles
guardarán con sus espadas
los dinteles
de luz y, otra vez fuera,
amargo llanto
para los mortales.
"ERA MI
DOLOR TAN ALTO"
Era mi dolor
tan alto
que la puerta
de la casa
de donde salí
llorando
me llegaba a
la cintura.
¡Qué pequeños
resultaban
los hombres
que iban conmigo!
Crecí como
una alta llama
de tela
blanca y cabellos.
Si derribaran
mi frente
los toros
bravos saldrían,
luto en
desorden, dementes,
contra los
cuerpos humanos.
Era mi dolor
tan alto,
que miraba al
otro mundo
por encima
del ocaso.
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