martes, 21 de noviembre de 2017

“EL Príncipe” de Maquiavelo.

Capítulo XVII
“Porque de los hombres, en general, se puede decir esto: que son ingratos, volubles, hipócritas, falsos, temerosos del peligro y ávidos de ganancias; y mientras les favoreces, son todo tuyos, te ofrecen su sangre, sus bienes, la vida e incluso los hijos mientras no los necesitas; pero, cuando llega el momento, te dan la espalda”
¿En tiempos difíciles, la gente obra egoístamente y no puedes confiar en ella? ¿Los hombres son malos, en general?

Capítulo XXV
“Ya sé que muchos han creído y creen que las cosas del mundo están hasta tal punto gobernadas por la fortuna y por Dios, que los hombres con su inteligencia no pueden modificarlas ni siquiera remediarlas; y por eso se podría creer que no vale la pena esforzarse mucho en las cosas, sino más bien dejarse llevar por el destino”
“No obstante, pues que nuestro libre albedrío no se ha extinguido, creo que quizás es verdad que la fortuna es árbitro de la mitad de nuestras acciones, pero que también es verdad que nos deja gobernar la otra mitad, o casi, a nosotros”
“Lo mismo ocurre con la fortuna que demuestra su fuerza allí donde no hay una virtud preparada capaz de resistírsele; y así dirige sus ímpetus hacia donde sabe que no se han hecho ni márgenes ni diques que puedan contenerla”


¿Podemos hacer algo en política o tenemos que resignarnos ante el destino que nos ha tocado?


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