En este apartado, a modo de preguntas, se ofrece un guión comentario de la novela. En verdad, se trata de exponer una serie de reflexiones de ciertas cuestiones que están implícitas en la obra, con el fin de que se puedan debatir. Las preguntas van numeradas y siguen el curso natural del libro.
- ¿Qué os parece que las novelas se escriban por encargo, como sucede en ésta, en la que Elena Ramírez, editora de Seix Barral, propuso a Rosa Montero que hiciera algo sobre Marie Curie?
- ¿En qué género puede encuadrarse este libro?
- ¿Qué os parece lo de contar la historia de Madame curie a su manera, sin someterse a las normas de las novelas biográficas al uso?
- Incluso, ¿cómo veis el hecho de que use la vida de la polaca como vara de medir para que ella entienda o justifique la suya?
- En la novela se intenta desentrañar cuál era el lugar de la mujer en la sociedad de la época de los Curie. ¿Hasta qué punto lo consigue?
- Se alude al presidente Mitterrand para indicar que en aquella época las funciones intelectuales y las responsabilidades públicas estaban reservadas a los hombres», y la autora duda de que el tiempo verbal en pasado no sea propio y hubiera que usar el presente. ¿Hasta qué punto se puede estar de acuerdo con ella?
- Marie curie, cuando le llevaron el cadáver de Pierre, se encerró en el mutismo.Se indica en la novela que ese es el verdadero dolor, el que te quita la palabra; el otro, el que te permite hablar de lo que te acongoja, no lo es tanto, vamos que con él se puede estar de suerte.¿Estáis de acuerdo con esta consideración?¿Es el verdadero dolor inefable, nos deja sordos y mudos, está más allá de toda descripción y todo consuelo?
- Lo primero que golpea en un duelo, particularmente si la muerte ha acaecido de repente, es el concepto de eternidad, esa incapacidad para admitir cómo es posible que no esté ya entre nosotros el ser muerto.(El cerebro no puede comprender que haya desaparecido para siempre.) Esa fue la sensación de madame curie cuando supo de la muerte de su marido y también es la vara de medir que se aplica rosa Montero así misma ante la muerte de Pablo Lizcano. ¿Han cambiado las cosas hoy en ese aspecto? ¿Cómo creéis que está narrado este dolor en la novela?
- El sufrimiento agudo es como un rapto de locura. Por fuera, Marie sorprendió por su contención emocional: «Esa helada, calmada, enlutada mujer, la autómata en la que se había convertido Marie», dice su hija Ève. Pero, por dentro, ardía la demencia pura de la pena. ¿Puede que fuese cierta esa paradoja?
- ¿Es correcto tomarse el duelo tras una muerte como un periodo de enfermedad? La autora nunca alude al que el tiempo, que todo lo abre, todo lo cierra. ¿No está llevando el asunto de la muerte por unos derroteros de película? ¿Qué quiere decir con que uno no se recupera, que simplemente se reinventa? ¿Qué recuerdos os trae los duelos de antaño, esos de sayón negro y brazal del mismo color en la chaqueta?
- Se dice en la obra (y lo aplica la autora tanto para Marie como para ella) que el duelo y la vida son dos aspectos que caminan de manera independiente, que De hecho, la vida es tan tenaz, tan bella, tan poderosa, que incluso desde los primeros momentos de la pena se abre paso con la misma terquedad con la que una plantita minúscula es capaz de rajar el suelo de hormigón para sacar la cabeza. Pero, que al mismo tiempo, la pena también sigue su curso. Y la autora dice que eso es precisamente lo que la sociedad no maneja bien.¿Estáis de acuerdo? ¿Esta teoría es usada para justificar que Madame curie, tras un periodo más o menos largo, volviera a vivir intensamente?
- ¿Consideráis que es indecente hacer uso artístico del propio dolor, como son el caso de las novelas “Paula” y “Mortal y rosa”? O en realidad, ¿todos necesitamos la belleza para que la vida nos sea soportable?¿Estáis de acuerdo con pesoa cuando decía La literatura, como el arte en general, es la demostración de que la vida no basta? ¿Es una forma de rosa Montero para justificar este libro? ¿Conocéis la canción de Eric Clapton ante la muerte de su hijo?
- ¿Qué os parece que se cuente la vida de una persona en base a fotos de ella? Esto es lo que hace la autora con Marie Curie. ¿Qué os dice el hecho de que no haya encontrado una foto de ella en la que se halle sonriendo? En cambio, su vara de medir, en este caso, nos dice que Rosa siempre intenta poner una sonrisa en sus labios cuando hay una cámara por medio.
- También se ha difundido el aspecto de Marie Curie como un esqueleto en vida. ¿Qué pensáis al respecto? ¿Y de que fuera una ferviente partidaria del ejercicio físico?
- ¿Justifica el ceño y la expresión quebrada de Marie la vida difícil que tuvo desde siempre? Por no tener, ni siquiera tuvo un país propio cuando nació.
- A la hora de examinar el hecho de que Marie Curie se decidiera por una actividad similar a la ejercida por su padre, le sirve a la autora para reflexionar acerca de honrar a los padres, y llega a exponer que crecemos con el poderoso mensaje de nuestros progenitores calentándonos la cabeza y a menudo terminamos creyendo que sus deseos son nuestros deseos y que somos responsables de sus carencias.¿Cómo ha evolucionado ese aspecto familiar? ¿Y qué os parece lo que dice acerca de las italianas y españolas y la tendencia a no tener hijos? (Ahora que lo pienso, esa enardecedora consigna materna viene a ser como decirte: no seas tan mujer. No seas tan femenina. O no lo seas tanto como yo lo he sido. Sé otro tipo de mujer. Sé una Mutante. Esa hembra sin lugar, o en busca de otro Lugar.)
- La autora se iguala comparativamente a Marie Curie en cuanto al cultivo voluntario de la desnudez ornamental, alardeando de su falta de feminidad y nos recuerda su generación, la de la contracultura de los años setenta, donde se desterraron los sujetadores y los zapatos de aguja y dejaron de afeitarse las axilas. Y lo justifica anotando que por entonces era verdaderamente difícil que te tomaran en serio siendo mujer. En consecuencia, había que parecerlo más bien poco. Había que mimetizarse y ser uno más de los muchachos. ¿Cómo evolucionó esta situación? ¿Por qué ha vuelto la mujer a sentirse femenina y usar los medios para ello?
- Según rosa Montero, ello le supuso sacrificar su parte imaginativa y sacar la lógica, que era patrimonio del varón.¿Se ha desterrado en el flirteo el “rollo filosófico”? ¿Ahora ya no es necesario?
- Aprovechando el momento en que Marie tiene que afrontar sus estudios, la autora esgrime la situación en que la mujer no sabía vivir para su propio deseo: siempre vivía para el deseo de los demás, de los padres, de los novios, de los maridos, de los hijos, como si sus aspiraciones personales fueran secundarias, improcedentes y defectuosas, resolviendo sus ansias de éxito de manera tradicional, vicariamente, pegándose a un varón como ladillas y viviendo el destino de su hombre. Y no se refiere a las amas de casa, sino a las musas profesionales, a esas féminas que sólo se emparejan con hombres de éxito. ¿Qué os dice esto?
- Las mujeres, si querían moverse libremente por el mundo, tenían que disfrazarse de hombres. ¿Qué casos conocéis?
- Con motivo del flechazo entre Marie y Casimire y corroborando que éste era guapo, rosa Montero se enzarza en una discusión filosófica acerca de si es bueno enamorarse de un guapo o no. O de una guapa o no. En fin, de la propensión tan humana a mostrar una irremediable debilidad por la belleza. ¿Son estos excesos de idealización patrimonio solamente de las mujeres? Montero apunta que cuando la mujer se enamora de alguien, enseguida enumera, como origen del entusiasmo, un espejismo de virtudes sin fin que le supone a esa persona (es listo, es bueno, es encantador), cuando lo que la ha obnubilado y lo único que de verdad sabe de él es que tiene unos ojos de un color admirable, unos dientes muy blancos entre labios de fruta, hombros poderosos y un cuello apetecible de morder.
- Rosa Montero echa de menos conocer también el pasado de Pablo, esa vida que no vivió, quiere saberlo todo sobre él. De ahí que reflexione acerca de la infancia. La infancia es un lugar al que no se puede regresar. Y por lo general tampoco quieres hacerlo, pero del que en realidad nunca se sale. Asimismo, nos forja y lo que somos hoy hunde sus raíces en el pasado. En la infancia siempre estamos a punto de morir, metafóricamente hablando. O, al menos, de que mueran o resulten mutiladas algunas de nuestras ramas. Crecemos como bonsáis, torturados y podados y empequeñecidos por las circunstancias, las convenciones, los prejuicios culturales, los imperativos sociales, los traumas infantiles y las expectativas familiares. ¿Qué os parece esta reflexión?
- Se desarrolla en la novela un tratado ciertamente extenso acerca de la intimidad. No hay nada ridículo en la Intimidad. La intimidad es no tener muy claro donde acabas tú y empieza el otro. Y saberlo todo de esa persona, o al menos saber tanto. No hay nada escatológico ni repudiable en ese lento fuego doméstico de sudor y de fiebre, de mocos y estornudos, de pedos y ronquidos.¿Qué opináis al respecto? ¿Cómo veis el siguiente párrafo? La vida real, la más verdadera y más profunda, está hecha de pequeñas banalidades: Marie le hizo las natillas que le gustaban. Y no nos dice cómo eran, pero sin duda sabía el punto exacto de cocción que Pierre quería, si prefería tomarlas en un plato o en una taza, más espesas o más ligeras.
- ¿Por qué entendéis que es lógico que nos resistamos al olvido? ¿Es realmente el olvido la derrota ante la muerte, nuestra tradicional enemiga?
- Se sabe que Marie se sintió culpable por abandonar a su padre para proseguir los estudios. ¿Creéis que ese sentido de culpabilidad es sólo propio de las mujeres? ¿Es realmente, como indica Rosa Montero, una Culpabilidad socialmente inducida por atreverse a seguir los deseos propios y descuidar las obligaciones de mujer? ¿Culpabilidad por ser mala hija, mala hermana, mala esposa, mala madre? ¿Qué os parece que, a pesar de todo ello, Marie continuase su camino?
- Y luego, reincide sobre la culpa: la culpa ante la muerte de un ser querido. “Culpa por no haber dicho, por no haber hecho, por haber discutido por tonterías, por no haberle mostrado más tu cariño. Uno sería infinitamente generoso con los muertos amados. Pero claro, siempre es mucho más difícil ser generoso con los vivos. La Culpa. La inevitable Culpa de no haberle dado todo.” “La Culpa imperdonable de estar viva y él no (aunque, con su muerte, el ser querido se lleve una buena parte de nosotros, un puñado de años y recuerdos, una porción de carne).” ¿Por qué surge con facilidad este sentimiento?
- Al referirse sobre las peculiaridades cognitivas de Pierre Curie y sus problemas de aprendizaje de niño, Rosa Montero hace una glosa acerca de las personas raras y apunta que con el tiempo ha descubierto que la normalidad no existe, que no viene de la palabra normal, como sinónimo de lo más común, lo más abundante, lo más habitual, sino de norma, de regulación y de mandato y que la normalidad es un marco convencional que homogeneiza a los humanos, como ovejas encerradas en un aprisco. Pero, si se mira desde lo suficientemente cerca, todos somos distintos. ¿Qué tenéis que decir al respecto?
- ¿Creéis que el que tuvieran muchas cosas en común era garantía del éxito del matrimonio curie? ¿Por ejemplo, para empezar, los dos eran unos idealistas. A los veinte años, Pierre había escrito: «Hay que convertir la vida en un sueño y volver realidad los sueños. Y Marie poseía profundas preocupaciones políticas, nacionalistas y sociales. Quería hacer algo por la Humanidad y lo sentía como un deber moral.
- ¿Qué os parece que Rosa Montero se atreva a anotar que a Marie Curie la intuía carnal y sensual por debajo de su aspecto astringente y su ceño casi siempre fruncido?
- ¿Estáis de acuerdo con que cuando se te muere alguien con quien has convivido mucho tiempo, no sólo te quedas tú tocado de manera indeleble, sino que también hay un amplio mapa de lugares y costumbres teñidos, manchados, marcados por la evocación, a menudo con resultados devastadores?
- MANYA Skłodowska fue una persona perseguida por la leyenda. El mito que hoy existe en torno a su memoria, siendo enorme, es probablemente menos exagerado que el que tuvo que soportar mientras vivía. Además su fama pasó por todo tipo de avatares: primero fue considerada una santa, luego una mártir y después una puta, y todo ello de una manera ardiente y clamorosa. ¿Opináis que esto es algo común en todas las mujeres que se han distinguido en la Historia?
- Cuando se inventa el radio, se le quiere dar aplicaciones para todo. No se quedan atrás en ello los productos de belleza: un anuncio de la crema AlphaRadium decía: «La radiactividad es un elemento esencial para conservar sanas las células de la piel. ¿Por qué tradicionalmente las mujeres han hecho siempre barbaridades en cuestiones de belleza, como usar durante siglos carbonato de plomo para blanquear el rostro, o carmín de labios confeccionado con sulfuro de mercurio, o tintes del cabello hechos con sulfuro de plomo, cal viva y agua, todo ello terriblemente tóxico y a la larga mortal? Pero el delirio radiactivo abarcaba muchos más campos que los meramente estéticos: si se ponían una bolsa con radio en el escroto, los varones impotentes se curaban; si la bolsa la atabas a la cintura, dejabas de sufrir artritis. ¿Qué os parece todo esto?
- No empezaron a tomarse medidas de seguridad hasta que un millonario y campeón de golf llamado Eben Byers empezó a tomar el Radithor por prescripción médica para tratar un dolor crónico en el brazo. Por lo visto al principio declaró que se sentía rejuvenecido (¡lo que es la sugestión!) pero en 1932, después de haberse tragado entre mil y mil quinientas botellas del tónico a lo largo de cinco años, Byers murió físicamente deshecho. ¿No os inquieta, tal como le sucede a la autora, pensar cuál será hoy nuestra radiactividad autorizada, qué sustancias legales nos estarán matando estúpidamente?
- Antes de hacer público su logro, Marie se lo contó a su padre en una carta emocionada. Władysław, que estaba muriéndose, contestó: “¡Qué pena que este trabajo sólo tenga un interés teórico!” ¿Qué os parecen las personas agoreras?
- ¿Cómo se ve desde la perspectiva que nos ofrece más de cien años, el que en 1956, el marido de Irène midiera la radiactividad de los cuadernos de notas de 1902 de los Curie y que todavía estuvieran fuertemente contaminados?
- ¿Puede entenderse hoy en día que Marie jamás mencionase, ni de refilón, el evidente y feroz machismo de la sociedad en la que vivía, y nunca resaltase las injusticias concretas que ella misma sufrió, que fueron muchas, Por ejemplo, en la lucha por el Nobel? ¿Y que Pierre escribiera diciendo que, si la propuesta iba en serio, no podría aceptar el premio si no incluían a Madame Curie? ¿No os parece, como apunta Montero, que es difícil ser mujer, porque en realidad no se sabe en qué consiste ni se quiere asumir lo que la tradición exige?
- La autora apunta que hay algo curioso con los muertos queridos, una especie de posesión. Como si tu muerto se reencarnara en ti de alguna forma, de manera que empiezas a sentir como propias ciertas fobias o ciertas aficiones del ausente que antes no compartías. ¿Estáis de acuerdo con esta apreciación?
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