Diputación provincial |
Hoy nuestro recorrido literario por Cuenca nos lleva a pasear por la zona de Diputación de la mano de la Guía Histórico Legendaria de Benito Castejón
Con la venida
de los Borbones a España, las costumbres perdieron mucho de su seriedad y
decoro; del mismo modo degeneraron los valores espirituales. La devoción en las
grandes festividades se bastardeó, y lo puramente espiritual degeneró en
escándalo y desenfreno.
Guardan las
crónicas de Cuenca los escándalos y abusos que se cometieron en la Navidad del año 1702, y
hacen memoria del comportamiento de uno de los regidores de la ciudad, el señor
conde de Cervera. Se le avisó que en años anteriores se habían producido abusos
en la Misa del
Gallo, y era conveniente tomar medidas preventivas.
Antigua iglesia de san Esteban, derribada en 1960 |
Con razones y
amenazas logró imponer silencio en los momentos más solemnes de la Santa Misa, pero la
gente, entre beber y charlar, era imposible que oyese la Santa Misa.
Actual Iglesia de San Esteban |
El señor
conde de Cervera aplicó sanciones a los más destacados autores e los alborotos
ocurridos en la Misa
del Gallo, que se hallaban detenidos en las cárceles de Cuenca.
Una de las
mujeres, que fue hallada aquella noche dentro de un confesionario de la iglesia
de San Francisco, portadora de un caldero de cobre, al que golpeaba con un
martillo, se llamaba María Moreno, natural de Alcantud, residente en el barrio
del Castillo. La tal Moreno, por los desacatos cometidos durante la celebración
de la Misa del
Gallo y por haberle faltado al respeto al señor Regidor, fue castigada con pena
de cien azotes, que el conde de Cervera rebajó a treinta y a que asistiera
todas las semanas a la doctrina cristiana en el convento de los dominicos; y lo
que era más grave para ella, a que no bebiera en un año bebidas
alcohólicas".
Con éste y
otros ejemplares castigos por parte de la autoridad seglar, se terminó con el
lamentable espectáculo en la ciudad de Cuenca, dentro de los templos, en la
fiesta de Navidad. Pero lo curioso de aquel suceso fue que, al llegar la Nochebuena, los
mozalbetes, al dar serenatas navideñas por las calles, repetían este cantar o
villancico, que se ha hecho famoso en toda España:
Ande, ande,
ande, la Marimorena.
Ande, ande, ande, que es la Nochebuena.
La Marimorena no es otra
que la María Moreno
del caldero... El gamberrismo viene de antiguo...
(Colaboración de don Martín
Alvarez Chirveches.)
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